Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de mayo, 2019

Para ser el más grande

Juan 13,31-35 “El mayor peligro para la mayoría de nosotros no es que nuestra meta sea demasiado alta y no la alcancemos, sino que sea demasiado corta y la consigamos. Yo quiero ser como Leonardo da Vinci. Quiero ser inmortal.” Son palabras de Miguel Ángel al Papa Pío IV, en la novela  Matar a Leonardo da Vinci , de Christian Gálvez. En la misma novela, hacia el final, Miguel Ángel se dirige a Leonardo con estas palabras: “Para ser el más grande, necesito que me comparen con los más grandes, y tú, Leonardo, eres uno de ellos. No puedo permitir que desaparezca aquel a quien quiero superar. No puedes morir. No ahora, no así.” Parece que quienes llevan el nombre de Miguel Angel tienen este sentido de grandeza. Al menos Miguelito, el amigo de Mafalda. Un día, vio en el parque una fila de hormigas que subían a un árbol. Se acercó a ellas y les preguntó: “¿Alguien de ustedes se llama Miguelito?” Tras la indiferencia frente a su pregunta, siguió su caminata, mientras se decía: “Estos

El Padre y yo somos uno

Juan 27,30 Decía David Díaz, dominico que da clases de Teología, que siempre era bueno un marco histórico de referencia para los trabajos que solicitaba sobre algunos temas en específico. Esto es particularmente cierto en el caso de los textos de los evangelios, pues un texto siempre está dentro de un contexto, y fuera de él, pierde su sentido originario. Les pasa a lo que al pastel que cocinó la mamá de Mafalda. Se veía delicioso, pero cuando Mafalda lo probó, puso cara de desagrado. “¿Y?”, preguntó la madre, “¿cómo está el pastel a la “melangeuse”?” Respondió Mafalda: “Y… mmbiemm… mmbiemm… ¿De dónde sacaste la receta?” “Del diario”, contestó orgullosa la mamá, desde la cocina; “¡Acabáramos!”, pensó Mafalda contemplando el pastel, “¡se contagió de Noticias!” El cuarto evangelio, como los otros tres, está "contagiado” de las disputas existentes en el cristianismo primitivo entre los judíos que aceptaban a Jesús como el Mesías; es decir, el “ungido” de Dios; y los judíos q

"Lo primero que te dije..."

Juan 21 Marji quería a su héroe. Marji es Marjane Satrapi, iraní. Cuenta su vida en Persépolis, nóvela gráfica. Nació en 1969. De niña, creía que los héroes eran tales porque habían estado en la cárcel y habían aguantado torturas. No sé si está de moda la novela gráfica, o yo la estoy redescubriendo. Pero pienso que podría ser de mucha ayuda pasar el cuarto evangelio a novela gráfica. Nos ayudaría quizá a percibir detalles que se nos han escapado en su lectura. Pienso en un cuadro reflejando en la oscuridad de la noche, cuando no está Jesús con Pedro y sus compañeros; y otro en el que el sol asoma cuando Jesús se hace presente. Porque Él es la luz. Ver las redes vacías, la cara de desilusión o de cansancio de Simón Pedro; contemplar en un cuadro vecino la fogata a la orilla del lago, con un pan y un pescado sobre sus brazas, venidos de la misericordia de Dios y no del esfuerzo de Pedro y sus compañeros. Sería interesante también ver con qué cara es dibujado Jesús Resucitado; yo le