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Mostrando entradas de octubre, 2019

¡Me duele el orgullo!

Lucas 18,9-14 Sucedió en Buenos Aires, Argentina. Leí la noticia la semana pasada, y casi se me desencajó mi sonriente quijada, como el policía aduanal de  Coco , la película; se me subieron los colores al rostro y vinieron a mi corazón varias preguntas. Una pareja gay adoptó a una niña de pocos meses de nacida. Es una historia común, en México y en Argentina, y creo que en casi todo el mundo donde hay libertad de expresión, que grupos que defienden ciertos valores se manifiesten en contra de que las legislaciones estatales aprueben la posibilidad de que las parejas del mismo género adopten niños, por las más diversas razones: por el equilibro psicológico, por la necesidad de que los menores cuenten con figuras de referencia tanto masculina como femenina y, en el plano religioso, porque es el plan de Dios y la pareja hombre-mujer la única querida por el Creador para la comunicación de la vida. Hubo previamente —y sigue habiendo— debates, marchas y protestas para que a estas pareja

Uno de cada diez

Lucas 17,11-19 Me llamarán subversivo. Y yo les diré: lo soy. Por mi pueblo en lucha, vivo. Con mi pueblo en marcha, voy. Tengo fe de guerrillero y amor de revolución. Y entre Evangelio y canción sufro y digo lo que quiero. Si escandalizo, primero quemé el propio corazón al fuego de esta Pasión, cruz de Su mismo Madero. Son versos de Pedro Casaldáliga, misionero claretiano, catalán nacido en 1928 y obispo en las Amazonas en los años sesenta y setenta. Poeta y profeta, construyó su vida al lado de los pobres y excluidos. Partidario de la teología de la liberación, fue acusado de subversivo y comunista. Eran tiempos difíciles para quienes se dejaban incomodar por los que sufrían injusticia y marginación, para quienes no preferían mirar para otro lado, para donde había poder y dinero, por ejemplo. La vida de Pedro Casaldáliga puede leerse —o verse en la versión cinematográfica— en la biografía escrita por un periodista compatriota suyo,  Descalzo sobre la

"¿A poco los indios piensan?"

Lucas 17,5-10 —¿A poco los indios piensan? Cualquiera pensaría que se trata de una pregunta hecha al inicio de la conquista, cuando el Obispo Las Casas se afanaba en demostrar que los indígenas eran seres humanos. Pero fue la pregunta que Francisco Larroyo, entonces Director de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, Doctor en Filosofía, neokantiano, lanzó al joven Miguel León Portilla, recién graduado de Maestro, en California. León Portilla había leído allá las traducciones que del náhuatl al español hizo el P. Ángel María Garibay K. Por respuesta, Miguel León  Portilla le recitó algunos de estos versos: — ¿Acaso somos verdaderos los hombres?, ¿acaso podemos decir palabras verdaderas?, ¿Acaso podemos dar un rumbo al corazón? Y remató: —¿No le parecen preguntas filosófico-poéticas? Parece que al corazón humano, herido de pecado, le cuesta creer en lo pequeño, en lo débil, en lo pobre. ¿A poco piensan los indios?, ¿a poco los pobres tienen derecho a la fe