Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de noviembre, 2010

Adviento: Estar atentos

Mt 24,36-44 Primer domingo de adviento. A partir de este domingo, comienza en la Iglesia un nuevo año litúrgico. El año litúrgico se rige por el recuerdo de la vida del Señor Jesús, por eso comienza haciendo memoria de su nacimiento, pero para celebrarlo hay un periodo previo de preparación, que es el adviento. Empero, el adviento no sólo nos prepara para celebrar el nacimiento de Jesús, también nos alista para la venida de Jesús al final de los tiempos, cuyo pronóstico se ha venido recorriendo paulatinamente, la última cita conocida con el fin del mundo es el año 2012, aunque no es una fecha muy elegante, como lo fueron el año 1000 o el 2000. No importa, seguramente a partir del 1o de enero de 2013 habrá una nueva datación para el fin del mundo. No está de más señalar que al respecto Jesús fue más prudente, y dijo que tal día no lo conoce ni siquiera él, sino sólo el Padre, que está en el cielo. Con todo, desde los primeros tiempos de la Iglesia, se ha pensado en una venida más del Se

Cristo Rey

Lucas 23,33-43 Este domingo la Iglesia celebra la solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo. Para iluminar este fiesta, contamos este año con el evangelio de san Lucas. Se trata de una escena de la crucifixión, hasta el diálogo con el criminal conocido como "el buen ladrón". A mí en lo personal hay varias cosas de esta fiesta que no me acaban de cuadrar, porque Jesús nunca se llamó rey, y siempre dejó mal parados a los reyes de la tierra. Jesús tuvo una gran pasión en su vida, a la que se entregó con todo su corazón, con todas sus fuerzas, con toda su vida: la acción salvadora de Dios en la historia. A esta acción Jesús la llamó imperio o reinado de Dios . Y por las palabras y las acciones de Jesús a lo largo del evangelio queda claro que este reinado se traduce en vida y vida digna para todos, comenzando por los más necesitados de ella: los pobres, los marginados, los excluidos, los enfermos, los despreciados, los débiles, los pequeños. Del evangelio queda claro también que

El "fin de los tiempos"

Lucas 21,5-19 Estamos ante lo que se conoce como el "Discurso escatológico de Jesús", un largo discurso sobre las señales del fin del mundo. Estamos hacia el final del Evangelio, Jesús está ya en Jerusalén y su conflicto con la élite del poder político romano y religioso judío es más que abierto. Tras este discurso, comenzará la secuencia narrativa de su pasión, muerte y resurrección. De esta manera, dentro del relato entero del evangelio, este discurso prepara al lector para comprender "el fin del mundo" y sus signos a la luz del misterio pascual. Por lo tanto, en realidad, los signos del fin del mundo no nos hablan simplemente de un final, sino del inicio de la plenitud del Reinado de Dios, alcanzada en la Resurrección de Jesús. Más aún, habrá que decir que en el Evangelio todo es buena noticia, y si Jesús nos alerta de un final del mundo no se trata de un anuncio de muerte y destrucción; Dios no quiere la muerte y la destrucción de sus creaturas, mucho menos de

Vida después de la muerte

Lc 20,27-38 Lucas nos presenta una escena interesante en la vida de Jesús. No es cualquier momento.Estamos en la última semana de la vida de Jesús, y esta escena en la que sale a cuento el tema de la resurrección nos prepara para lo que será la resurrección de Jesús. La escena tiene lugar como una discusión de Jesús en contra de los saduceos, que negaban la resurrección; el diálogo se da cuando éstos tratan de poner a prueba a Jesús. Utilizan el argumento de una mujer viuda en múltiples ocasiones, casada con hermanos sucesivos. Los saduceos niegan la resurrección y argumentan la Ley del levirato (si un hermano moría, la viuda debía casarse con él, y hijos eran acreditados al hermano muerto, para perpetuar su linaje). Así, al resucitar, ¿de cuál de los hermanos será mujer la viuda? Yo me pregunto por qué los saduceos se negaban a creer en la resurrección. Pienso que los saduceos son incapaces de imaginarse la vida después la muerte por una razón: siguen pensando que la vida eterna es un

Todos los santos

Mt 5,1-12 Solemnidad de todos los santos. Varias cosas me vienen a la mente. La primera de ellas es el recuerdo de mi trabajo final en la materia de Teología Espiritual, y creo que no le gustó mucho al maestro; en el trabajo me pronunciaba por retirar del lenguaje religioso común la palabra "santidad". La razón: la palabra santidad está desvirtuada, y ser santo no es una idea atractiva para el común de la gente, al contrario, cuando alguien quiere justificar un comportamiento, dice de sí misma: "ni que fuera santo"; y cuando alguien no se deja ver la cara, también dicen: "ni que fuera santo". "Santo", entonces, ha venido a ser sinónimo de menso, de aburrido, de dejado... de tantas cosas que, en efecto, así las cosas, uno preferiría no serlo. Reconozco que el trabajo que elaboré era provocador, aunque la propuesta iba en serio. Por otro lado, me viene a la mente la finalidad que tenemos los Misioneros Josefinos: ser santos y ayudar a los demás a q