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Mostrando entradas de 2016

Jesús: el niño con rostro color de la vida

Juan 1,1-18 El niño con rostro color de la muerte es un breve y bellísimo relato de Pascal Quignard, que cuenta la historia de un niño cuyo padre fue un hombre llamado a la guerra, en una Francia sin ubicación temporal precisa, aunque a mí me parece que estamos en la época de la monarquía. Antes de irse, el padre extiende a su hijo una prohibición: no leas los libros. Pero el padre no volvía y el hijo creció. Aprendió a leer y escribir como todos los niños, pero un día quiso conocer el mundo para buscar a su padre, y así fue como desobedeció y leyó mucho, tanto que de los libros absorbió la muerte, tanto que quienes entraban en contacto con el niño morían; así que su madre tuvo que aislarlo y encerrarlo en una torre. El cuento nos narra algunas de estas muertes, y cada una las describe con estas palabras, que el narrador atribuye a los dichos de quienes atestiguaron esta triste historia, como dice Silvia Pinal: "Quien vivía cierto tiempo a proximidad de su rostro, decían que

Y el mundo cambió: el nacimiento de Jesús

"Juntas dos cosas que no se habían juntado antes. Y el mundo cambia. La gente quizá no lo advierta en el momento, pero no importa. El mundo ha cambiado, no obstante." Con esta reflexión comienza Julian Barnes su libro de relatos Niveles de vida . En el primero, las dos cosas que no se habían juntado antes fueron la aeronáutica y la fotografía, cuando a mediados del siglo XIX el francés Felix Tournachon, conocido como Tournadar o simplemente como Nadar, comenzó a realizar las primeras fotografías desde las alturas, desde un globo aerostático, más allá de las nubes, donde ya no hay silencio, sino la sombra del silencio. Se tardó diez años en tener una fotografía de buena calidad. Pero a partir de entonces el mundo cambió, basta pensar en los mapas de Google, y en los navegadores satelitales para comprobar hasta qué punto. Esta noche a la que llamamos "buena", celebramos con gozo y gratitud el nacimiento de Jesús, nacido de María, la Virgen esposa de José, en quie

La analfabeta que era un genio de los números, y el hombre que era justo

Mateo 1,18-25 Nombeko se llama la protagonista de La analfabeta que era un genio de los números , novela del sueco Jonás Jonasson; una adolescente huérfana en la Sudáfrica del Apartheid, que sobrevive gracias a un trabajo como vaciadora y limpiadora de letrinas. Para hacer divertido su trabajo, Nombeko comienza a realizar cuantos cálculos se le ocurren en su trabajo: cuántos cubos se vacían por hora, por trabajador, por día; y es así como desarrolla una habilidad racional y matemática impresionante, que estimula su inteligencia y la impulsa a aprender a leer y a ser una lectora compulsiva, todo lo cual le permite sobrevivir a un sin fin de peripecias; es atropellada, mientras iba por vez primera a la biblioteca pública de Johanesburgo, por un ingeniero ebrio contratado por el gobierno sudafricano para la producción de bombas nucleares, y como ella es negra, la justicia está de parte de él, y ella termina siendo adjudicada al ingeniero que la atropelló como empleada doméstica para pa

El que había de venir

Mateo 11, 2-11 Impacta más el poder que el amor, pero puede más el amor que el poder. Creo que siempre ha sido así. Decimos que lo sabemos, pero como humanidad, actuamos como si no fuera verdad. Buscamos más los puestos de poder que aquellos que nos permitan ejercer la misericordia. Por eso nos interesa más quién gana las elecciones presidenciales de Estados Unidos que quién gana el Premio Nobel de la Paz, y quien sostenga lo contrario será tenido de soñador, de idealista, gente ingenua en quien las ilusiones y su visión del mundo no se sostienen; parecen, en el lenguaje de Jesús, cañas agitadas por el viento. Ha pasado siempre, le pasó a Juan el Bautista. Tanto predicar la llegada del Mesías, entregarse a su causa; exigir conversión, cambio de mentalidad, porque ya estaba puesta el hacha a la raíz de los árboles para que todo árbol que no diera frutos fuera arrancado y echado al fuego; ser encarcelado por sostener este discurso, para venir a escuchar que aquél de quien hablaba;

Adviento: historia del mañana

Mateo, 24,37-44 Jesús vino y Jesús volverá. De la encarnación del Hijo de Dios a su vuelta con gloria y majestad para juzgar y recapitular la historia, hay mucho tiempo, incontable. Bien a bien no sabemos con precisión cuándo nació Jesús,  más o menos cuándo sucedió, meses más o meses menos. Pero cuándo volverá es algo que definitivamente no sabemos. Y como no lo sabemos, quizá por eso lo perdemos de vista. Pero Jesús volverá. El adviento que iniciamos no es sólo un ejercicio para recordar el pasado y poner el nacimiento con toda la parafernalia navideña que hay alrededor, incluyendo pinos y santacloses. Es también un tiempo para lanzar la mirada hacia el futuro, no simplemente para imaginarlo y predecirlo, o para aguardar el fin del mundo y comprar anticipadamente despensa y veladoras, por si acaso. En esto de imaginar el futuro con el rigor de la ciencia y la seriedad del historiador, el joven Doctor Yuval Noah Harare ha hecho su parte. Después de publicar su agradecible, in

Trump o Evangelio: adónde vamos a parar

Lucas 21,5-19 Es complejo de entender, lo sé. Por eso me compré además un libro sobre física cuántica. Y es que, atraído por la resonancia que provocó en la humildad de mi corazón, leí hace unos días en The New York Times un artículo llamado: "Eres el centro del universo, la ciencia lo confirma", escrito por Dennis Overbye, físico y divulgador de la ciencia, en Estados Unidos. En su artículo, Overbye explica que es común pensar que el Big Bang, la gran explosión que dio lugar al universo como lo conocemos ocurrió en un lugar, como una granada, y el sistema solar y nuestra galaxia fueran esquirlas que salieron volando... lo cual es un error, pues el Big Bang no ocurrió en un lugar, sino en un momento. Es decir, que el universo no se expande a lo largo del espacio, puesto que "por definición", el universo llena ya todo el espacio, sino a lo largo del tiempo, que no tiene fin. De ahí el título del artículo: si la expansión no es espacial, sino temporal, cualquier p

Morir de pie o vivir de rodillas

2 Macabeos 7; Lucas 20,27-38 "Durante mis vacaciones no leí casi ninguna revista de actualidad, así que me estoy poniendo un poco al día", dijo Mafalda a Felipe al poco de regresar de sus vacaciones en la playa. "Y encontré aquí una frase, Felipe... ¡qué frase!" "¿Qué frase?", preguntó él. Respondió ella, con el dedo en alto: "'Es más digno morir de pie que vivir de rodillas'", y se alejó leyendo la revista. Se cuestionó Felipe, sonrojado: "Y digo yo... ¿será muy deshonroso subsistir sentado?"  A ciencia cierta nadie sabe de quién es la frase, algunos la atribuyen a Dolores Ibárruri, la histórica líder del comunismo español; otros, al mexicanísimo Emiliano Zapata; o al escritor y caudillo cubano José Martí. Pero hay verdad en la frase. Los textos de la liturgia de este domingo hablan de la vida y de la vida más allá de la muerte. Pero antes y sobre todo hablan sobre el sentido de la vida, de una vida con libertad. Más val

Nosotros, Zaqueo, Jesús... piénsalo

Hay en la redes sociales una serie de memes aglutinados bajo la leyenda de "tú, yo... no sé. Piénsalo." Algunos son muy románticos, otros son muy divertidos, algunos francamente tiernos. Hasta la MS le hizo canción. Juntándolos todos, bien podríamos armar la versión mexicana de lo que Milan Kundera llamó El libro de los amores ridículos. Algunos amores nos parecen ridículos, porque en realidad son desafiantes y no acabamos de comprenderlos. El amor de Jesús es así. Me imagino a Lucas, con su comunidad de cristianos en la antigua y lejana Grecia, a los que atrajo del paganismo al cristianismo, allá por el año 70, 80 de nuestra era, con el evangelio de Marcos y algunos recuerdo que trajo consigo luego de su estancia en Antioquía. Quizá aquel domingo, al terminar la Fracción del Pan, como médico que era, se quedaría pensando cómo fue la curación que Jesús realizó en aquel ciego que pedía limosna a las afueras de Jericó. En esas estaría cuando escuchó que alguien llamaba a l

Amor y evangelio: el pájaro que da cuerda al mundo

Lucas 18,9-14 Ha de ser triste eso de que, luego de renunciar a tu trabajo porque ya no le encuentras sentido, y de no saber nada del gato que ha acompañado los cinco o seis años de tu matrimonio, que un día por la mañana subas a tu esposa el cierre de la espalda de su vestido, percibas en ella el toque de una fragancia nueva que le va muy bien, y la veas salir al trabajo sin saber que ya no volverá. Y no volverá, porque como explicará ella misma a su esposo en una carta días más tarde, se fue porque hacía dos meses que había conocido a otro hombre, casado, mayor que ella y además poco atractivo, con el que, sin embargo, ha tenido relaciones sexuales que la han estremecido. Pero cuando él le propuso que dejaran a sus respectivas familias y se fueran a vivir juntos, ella se dio cuenta que en realidad no lo amaba; lo que sentía por aquel hombre que se había entrometido en su vida y en la de su matrimonio se había terminado en ese momento, y comprendió que en verdad amaba a su esposo.

San José Sánchez del Río: la fe que encontró el Hijo del hombre

Lucas 18,1-8 Algunos dirán que la película altera o manipula los datos, a mí me parece que La Cristiada nos invita a contemplar muchas historias sucedidas en diferentes lugares y en diferentes momentos en la segunda mitad de los años veinte de nuestro país, cada una con su luz y cada una con su propio color, como en una especia de caleidoscopio donde las imágenes se sobreponen y se fusionan, donde los personajes interactúan entre sí, sobre el fondo de un mismo escenario, dirigiéndose entre ellos palabras dichas a otras personas, en una secuencia de aparentemente pocos días, hilvanando exquisitamente una sola historia, una historia, como dice la introducción de la cinta, sucedida entre el cielo y la tierra, entra la luz y la oscuridad, entre la fe y el pecado; una historia que merecía ser contada. Y José Sánchez del Río mereció que la historia fuera contada teniéndolo a él como personaje central. Hijo de padres católicos bien acomodados económicamente, José Sánchez del Río naci

De la confianza, que no es lo mismo que la gratitud

Lucas 17,11-19 "¿Cómo se llama el video?", me preguntó un padre, ya mayor, que estaba en la reunión sentado a mi izquierda; un héroe en su tiempo y una leyenda en el nuestro en la Congregación. "No sé, pero si busca: 'Albert Einstein dijo una vez' en Youtube, le sale", le respondí. En el video, un joven abogado de raza negra, con barba tipo Abraham Lincoln, sin bigote, vestido con traje y chaleco gris y corbata dorada, situado en medio de una corte, en Estados Unidos, y sosteniendo una pecera esférica con un pez naranja tipo Nemo pero sin rayas blancas, comenzó su ataque contra la educación escolar tal como la conocemos, representada en un alto y elegante hombre blanco, mayor, de unos setenta años, con el pelo largo con partido y coleta,  a la usanza de los primeros colonizadores británicos. Su argumento comenzó con las palabras: "Albert Einstein dijo una vez: 'Todo mundo es un genio. Pero si juzgas a un pez por su habilidad para trepar un árbol,

Amar y confiar: lo único que hay que hacer

Lucas 17,1-10 Isis, joven de unos 18 años, que recién ha iniciado la carrera de medicina, es atropellada; el accidente es de cierta gravedad y llevada a un hospital público, del que su hermano mayor, Edén quiere retirarla para trasladarla al mejor hospital particular. Pueden hacerlo, su padre, también médico y accionista de la industria de la salud, se lo puede permitir. Sin embargo, el padre prefiere que la hija permanezca donde está por la gravedad de sus fracturas, particularmente la de la pierna derecha. La historia la cuenta el inglés Benjamin Wood, en su novela, El caso Eden Bellwether . Eden es un organista extraordinario, y un apasionado amante y defensor de la música clásica.  Gracias a un concierto suyo, acompañando a un coro en la Iglesia, logra atraer la atención de Oscar, el protagonista de la novela, joven cuidador en una residencia para ancianos y más tarde novio de Isis. Eden, narcisista, insistirá a su hermana que le permita curarla... con su música. Después de una

Austeridad y Compasión: Pepe Mújica y el Reino de Dios

Lucas 16,19-31 Un hombre con un pasado de película, que ejerce el cargo con más poder de Uruguay. Así definía en 2012 la BBC de Londres a José Mújica, nacido en 1935 y Presidente de su país de 2010 a 2015. Tras la temprana muerte de su padre, su madre viuda saca adelante a su familia cultivando y vendiendo flores. Luego de comprender que lo suyo no era la universidad, decidió vivir de la tierra, pero poco a poco se fue dejando seducir por el comunismo, por el socialismo, por el marxismo; y creyendo que con ellos podía construir un mejor país, un país menos pobre y más justo, se enroló en el movimiento de los Tupamaros, una guerrilla de izquierda nacida, contaría él años más tarde, de un puñado de jovencitos de veinte años que le declararon la guerra al gobierno; y se pregunta, ¿qué podían contra un ejército profesional? Sobreviviente de seis tiros que le dio la policía en una de las varias veces en que lo encontraron, pasó 14 años en la cárcel, aislado enteramente, torturado; habría

Jesús: Grandes esperanzas

Lucas 16,1-13 Era el año 1998, Alfonso Cuarón y Emmanuel Lubezki todavía no eran los reconocidos cineastas ganadores de Óscares que son ahora, uno como director y guionista; y el otro, como fotógrafo; pero ya iban para allá. En ese año estrenaron su versión adaptada a la época moderna de la novela Grandes esperanzas , de Charles Dickens. Recuerdo mi camino al cine con Carlos, alias “Cha”, mi compañero de la facultad,   quien me contaba que una de las características del filme era que en cada una de las escenas siempre aparecía algo verde, el paisaje, la ropa de los actores, los ojos de Estella, la protagonista, en fin. La cinta cuenta la historia de Finn, un chiquillo pobre y huérfano quien, pintando peces a la orilla del mar, en su cuadernillo, es abordado y amenazado por un convicto prófugo,  quien le pide comida y ayuda para liberarse de los grilletes que lleva. Con todo, la mayor desgracia de Finn será enamorarse de Estella, la niña rica del pueblo, que vive con una tía excént