Ir al contenido principal

El Espíritu de Dios está sobre mí

Este fin de semana es especial para mí. El sábado recibiré el ministerio presbiteral (ordenación sacerdotal), y el domingo presidiré por primera vez la Eucaristía. Muchas emociones que han venido conforme se acercan los días, y las que vendrán, cuando vuelva a encontrarme personalmente con muchos de ustedes.

El evangelio de la eucaristía de ordenación está tomado de san Juan, 6,1-15. Es un texto que yo escogí. Es la multiplicación de los panes según este evangelista, y en él se hacen notar dos detalles que no presentan los relatos paralelos de los otros evangelios: la generosidad de un muchacho que pone en las manos de Jesús lo poco que tiene, cinco panes y dos peces, que son nada ante tanta gente. El otro detalle es que se trata de panes de cebada: el pan de los pobres. Compartir generosamente desde la propia pobreza. Eso quiero. Es lo que tengo, lo que soy y lo que pongo en las manos de Jesús,y que Él lo bendiga y lo comparta con quien lo necesite.

El evangelio del domingo está tomado de san Lucas, 4,14-22. La liturgia marca hasta el versículo 21; en la eucaristía que presidiré leeremos hasta el versículo 22. Jesús vuelve a su pueblo, con los suyos, asiste a la sinagoga, le entregan el rollo de Isaías, y él lee en voz alta: "El Espíritu del Señor está sobre mí, y me ha ungido para anunciar la Buena Noticia a los pobres, para anunciar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, para proclamar el año de gracia del Señor." Despúes Jesús dirá: "Esta Escritura se ha cumplido hoy".

La gente que estaba en la sinagoga, su gente, se sorprenderá de Jesús, admirará sus palabras, pero se desconcertará y terminará preguntándose: "¿No es éste hijo de José?" Vencerá el prejuicio no aceptar la presencia de Dios entre lo más cotidiano y entre la gente más sencilla. Ser hijo de José no es un reconocimiento, es una manera de menospreciar la humanidad de Jesús, equivalía de decir que se trataba de cualquier hijo de vecino, ¿cómo podía estar sobre él el Espíritu del Señor?

Este texto impactó fuertemente al fundador de los Misioneros Josefinos, el P. Vilaseca, cuyo centenerio luctuoso conmemoramos este año. Es un texto vital para todo josefino, y es una bendición que este fuera el texto correspondiente al día en que por primera vez me encuentre al frente de la asamblea de los hijos de Dios, que se congregan en torno a la Palabra del Señor, en torno a su Pan y su Vino. Y espero de Él que este mismo Espíritu esté sobre mí y me unja, y que esté también sobre cada uno, para que seamos portadoresde la buena noticia del ilimitado e incondicional amor de Dios; que cada uno de nosotros podamos vendar corazones heridos, devolver la vista de quien no ve razón de vivir, de gozar de soñar; devolver libertad a los cautivos de desesperanzas, a las víctimas de la injusticia y la impunidad. Que en torno a la Palabra y a la Mesa del Señor construyamos un mismo Cuerpo, el Cuerpo del hijo de José.

Mi abrazo para cada uno. Mejor si puedo darlo a ustedes personalmente el sábado y el domingo. Feliz semana.

Comentarios

  1. abuelito muchas felicidades espero que nunca te des por vencido y que con la gracia de Dios te mantenga en el servicio de los que conformamos la iglesia.

    te mando un fuerte abrazo y te deseo éxito en todas las metas que te propongas

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Bartimeo

Mc 10 46-52 Esta secuencia narrativa muestra la curación de Bartimeo, un limosnero ciego de Jericó; vive de la compasión que despierta entre la gente. Jesús ha entrado en Jericó, no se dice cuáles son acciones ahí, suponemos que las mismas que le hemos visto a lo largo de todo el evangelio: curar, perdonar, incluir, compartir, enseñar. Es lógico que su fama se extienda, y que llegue hasta Bartimeo. Él es el protagonista de esta secuencia, nos importa su caracterización. Por eso es importante su nombre, tan importante que el evangelista debe traducirlo a su público. Bartimeo es un nombre arameo, que traducido al griego, lengua en que se escribió el evangelio, significa hijo de Timeo. Pero como Timeo es un nombre griego, Marcos no tiene necesidad de traducirlo; Timeo significa: Honorable, Digno. Bartimeo es el "Hijo del Honorable". En su nombre está la burla de su condición: siendo Hijo del Honorable, vive marginado (a la orilla del camino), postrado (sentado),

El cántaro de la samaritana

Juan 4,5-42 La historia de una mujer samaritana que carga con su cántaro, su vergüenza, y su frustración. Sale a medio día, con el sol en plenitud. Arrastra el peso del calor, no puede salir como las demás mujeres muy temprano porque todos la señalan; después de cinco maridos, vive con un sexto varón, así que para el pueblo es una prostituta cualquiera. Cansado del camino, en su viaje por Samaría, Jesús se sienta junto al pozo de Jacob. Sediento y sin cántaro, ve con alivio la llegada de una mujer que se acerca para sacar agua. "Dame de beber", le dijo. Y ella se sorprende. Los varones no hablan a las mujeres en público, mucho menos un judío a una mujer pagana. "Si conocieras el don de Dios y quién es el que te pide de beber, ¡tú me pedirías a mí, y yo te daría agua viva!," le respondió Jesús, que ve con el corazón de Dios, y por eso siempre ve en todos a un hermano. "¿Eres más importante que nuestro padre Jacob?" Ella siguió el diálogo, y

San Jorge Bendito

Mateo 28,16-20 Un día se puso Guille enfrente de Mafalda cubierto todo por una sábana: "¡Buuuuhhhh...! ¡El fantazmaaaaaaa!" Y en un instante fugaz sólo se vio la mano de su mamá y una voz tronante: "¡Péeeeero la sábana limpia, caramba! ¡Trae para acá!" Y luego de un segundo en el que tratan de asimilar el susto, Mafalda acaricia la cabeza de Guille diciéndole: "Los fantasmas no se sabe, pero que las mamás existen, ¡existen, Guille, existen!" Dios existe. Dicen que san Jorge bendito no. Con la reforma litúrgica del Concilio Vaticano II, salieron del santoral y, por lo tanto, del calendario litúrgico, varios santos cuya existencia era más bien legendaria. Entre ellos estaba san Jorge bendito, el matadragones, patrono de Inglaterra. San Jorge fue un mártir cristiano del siglo IV; soldado romano hijo de madre cristiana quien, tras la muerte de su esposo, educó a su hijo en la fe, el cual habría muerto decapitado el 23 de abril del año 303 tras el decret