Juan 10,11-18 Las Palabras de Jesús forman parte de una larga secuencia narrativa que comienza en capítulo 9, con la narración de la curación del ciego de nacimiento, llevada a cabo por Jesús. Los fariseos no ven con agrado la curación, porque fue hecha en sábado. Jesús, intencionada y provocadoramente, cura en sábado para dejar en claro la voluntad de Dios: el bienestar del ser humano, lo demás está en función de esto. De manera que un hombre que no sabía lo que era ver, comenzó a ver, y fue perseguido por ello. Porque finalmente, lo último que les importó a los fariseos fue que el ciego viera; en realidad, nunca les importó. En este relato de curación, Jesús se presenta a sí mismo como luz del mundo. El hostigamiento de los líderes religiosos fariseos llegó no sólo hasta el ciego, sino que alcanzó a Jesús. Todo el discurso de Jesús sobre el Pastor por excelencia, frente a los pastores falsos o deficientes es una disputa entre Jesús y los fariseos. Los fariseos le reprochan a J