Mateo 21,28-32; Filipenses 2,1-11 Una parábola que cuenta Jesús una vez que ha entrado a Jerusalén, y ha expulsado ya a los vendedores del Templo. Cuando los ancianos y los sacerdotes van a increparlo y a reclamarle con qué ha autoridad ha hecho esto, Jesús cuenta la parábola de dos hijos a los que su padre da una orden, uno dice: "sí, voy", pero no va; el otro dice: "no voy", pero va. Luego pregunta cuál de los dos cumplió con la voluntad del Padre. Ancianos y sacerdotes responden que el segundo. Jesús revira que igualmente publicanos y prostitutas llevan la delantera en el reino de Dios, puesto que ellos, los especialistas en la Ley no creyeron al anuncio de Juan el Bautista. Varias cosas llaman la atención de la parábola. La primera, que el drama de las mamás mexicanas que nos mandan por las tortillas y a las que les decimos "ya voy" y no vamos, tiene raíces bíblicas. La segunda, la incongruencia en la que tan fácilmente caemos los que decimos co