Lc 9,28-36; Gn 15 Segundo domingo de cuaresma. Como suele suceder casi cada domingo, escucharemos el inicio de la narración del evangelio con el clásico "en aquel tiempo". Y como también suele suceder, esta frase descontextualiza y diluye sentido al relato. En esta ocasión, se nos ofrecerá la escena de la transfiguración de Jesús en el monte, acompañado por Moisés y Elías, a la vista de sus tres amigos más cercanos: Pedro, Santiago y Juan. Si fuéramos directamente a la Biblia, no leeríamos "en aquel tiempo", sino "ocho días después de haber dicho estas palabras..." Y entonces la pregunta salta inmediatamente: ¿qué palabras son éstas, tan importantes que lo que sigue en la narración está en referencia a ellas? Teniendo a la mano el texto bíblico, uno puede darse cuenta de tales palabras: Jesús anuncia a sus discípulos que el Hijo del hombre morirá, y les dice que quien quiera seguirlo que tome su cruz de todos los días. E inmediatamente les hace una promesa