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Mostrando entradas de febrero, 2018

Transfiguración: Ley del Amor Apasionado Hasta la Cruz

Marcos 9,2-10 LENC: Ley de los Encuentros Nada Casuales, el primero de los errores de Coy, protagonista de La carta esférica , novela del escritor español Arturo Pérez Reverte. Marino temporalmente inhabilitado por un error que propiamente no era suyo: no evitar que un barco chocara con una roca que no aparecía en las cartas náuticas disponibles. “Basándose en la conocida Ley de Murphy —de la que la que había tenido serias confirmaciones en los últimos tiempos—, Coy tendía a establecer, para consumo interno, una serie de leyes pintorescas que bautizaba con absoluta serenidad técnica. LBMF: Ley de Bailar con la Más Fea, por ejemplo, o LTMSCBA: Ley de la Tostada de Mantequilla que Siempre Cae Boca Abajo; y otros principios más o menos aplicables a los funestos avatares de su vida reciente. Aquello no servía de nada, por supuesto, salvo para sonreír a veces.” Y quizá, porqué no, para hablar de actitudes recurrentes en la lectura de los textos bíblicos. Así, por ejemplo, la LYCE:

Entre fieras y ángeles: Mi camino eres tú

Marcos 1,12-15 Un día de mucho calor, Felipe se alucinaba extenuado, arrastrándose terriblemente maltrecho y sediento, con la lengua de fuera, los ojos desorbitados, la mirada perdida, bajo un sol pesado como juicio —diría Benedetti—, mientras se decía: “¡Dios mío!... ¡Estoy perdido en el desierto! ¡Y voy a morir!... ¡Voy a morir sin una gota de nada para mi garganta seca!” Fue entonces que Mafalda, enfadada y sentada como él en la banqueta, lo despertó de su alucinación con un grito: “¡Se te derrite el helado, marmota! ¿Qué esperás para empezarlo? Salido de su pasmo, Felipe le respondió: “Es que un toque de masoquismo previo lo hace más interesante.” En general, los estudiosos y coinciden en que la escena de Jesús en el desierto, donde fue tentado, forma parte de la introducción o prólogo narrativo del conjunto del Evangelio. Dicha introducción está formada por la aparición de Juan el Bautista en el desierto anunciando su bautismo con agua, así como la inminente llegada del m

"¡Quiero!" La eternidad enamorada

Marcos 1,40-45 Decía el legendario y venerable profesor Poncelis, que quien sabe latín y griego sabe la mitad de cualquier carrera. Y decía: “Yo no sé nada de química, pero sé que el hidrógeno es el elemento necesario para dar origen al agua. No sé nada de medicina, pero sé que la taquicardia es una aceleración del corazón.” Yo está semana leí un bellísimo epígrafe, del poeta inglés del siglo XVIII William Blake, que pospuso la crisis que vivía. Epígrafe significa: “encima de lo escrito”, la frase que algunos escritores anteponen al cuerpo de su escrito. La crisis que vivía era la de la lenta desaparición del sol, cansado sobre el horizonte, a un costado de la carretera, y no había manera de seguir leyendo, pues había dejado en alguna chamarra mi lamparita portátil que alguna vez compré en la Gandhi. Así que me refugié en el lector electrónico, una maravilla sin duda alguna (del latín mirabilia , cosas admirables, sorprendentes). Pero lo que traía empezado no me cautivaba en ese m

Una curación luminosa. La suegra de Simón

Marcos 1,29-39 La Doctora Jill Bolte Taylor, neuroanatomista, decidió dedicarse al estudio científico del cerebro para comprender mejor a su hermano, que padecía esquizofrenia; para entender por qué él no podía conectar sus sueños con la realidad, sino que éstos se convertían en delirios. Todo iba bien, hasta una mañana de 1996 en que se despertó y se percató de un intenso dolor detrás del ojo izquierdo, parecido a la sensación, según contó ella misma, de morder un helado. Cuando cuenta su experiencia, la Doctora Bolte abre un paréntesis para explicar que el cerebro está formado por dos hemisferios que poseen dos manera distintas de procesar la información; piensan de manera diferente, dice, les interesan cosas diferentes e, incluso tienen personalidades diferentes. Por un lado, el hemisferio derecho procesa la información del presente de una manera unitaria; es decir, que la realidad se percibe como un gran todo armonizado, y sólo importan el aquí y el ahora; este hemisferio abso