Juan 1,1-18 El niño con rostro color de la muerte es un breve y bellísimo relato de Pascal Quignard, que cuenta la historia de un niño cuyo padre fue un hombre llamado a la guerra, en una Francia sin ubicación temporal precisa, aunque a mí me parece que estamos en la época de la monarquía. Antes de irse, el padre extiende a su hijo una prohibición: no leas los libros. Pero el padre no volvía y el hijo creció. Aprendió a leer y escribir como todos los niños, pero un día quiso conocer el mundo para buscar a su padre, y así fue como desobedeció y leyó mucho, tanto que de los libros absorbió la muerte, tanto que quienes entraban en contacto con el niño morían; así que su madre tuvo que aislarlo y encerrarlo en una torre. El cuento nos narra algunas de estas muertes, y cada una las describe con estas palabras, que el narrador atribuye a los dichos de quienes atestiguaron esta triste historia, como dice Silvia Pinal: "Quien vivía cierto tiempo a proximidad de su rostro, decían que