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Mostrando entradas de agosto, 2016

"A mí me gusta mucho, mucho estar aquí"

Lucas 14,1-24 El jueves de la semana antepasada viajé a San Luis Río Colorado, en la línea fronteriza entre Sonora y Arizona, y avisé esa mañana en el chat de amigos de la secundaria: "Amigos, me voy a la frontera", y con los respectivos emoticones de micrófonos y notas musicales, añadí: "¡A mí me gusta mucho estar en la frontera, donde la gente es más sencilla y más sincera...!" Pero cuando bajé del avión en Mexicali, y me recibió el sopletazo de calor de 40 grados, avisé de mi llegada: "Amigos, ¡como ya no me está gustando mucho estar en la frontera!", como que de eso no hablaba la canción de Juan Gabriel y olvidé prepararme psicológicamente para ese calorcito. Así es la vida, un tejido de canciones y experiencias. Una canción deja de ser una simplemente una canción porque la hemos asociado con una persona, un lugar, una aventura... Y guardamos este tejido de canciones y experiencias ahí donde guardamos lo más valioso, tan seguro que nadie puede r

Porque no hay que llegar primero

Lucas 13,22-30 Pareciera tragedia nacional esto de no ganar medallas en los juegos olímpicos, tragedia que estamos condenados a sufrir cada cuatro años; lo mismo pasa en el mundial de futbol, el rey de los deportes en  México, y en cada competencia futbolística, llámese Copa América, Copa Concacaf. No sé si por malformación genética o por manipulación televisiva, pero generalmente llegamos a la justa deportiva sintiendo que tenemos la copa en la manos o la medalla puesta, porque somos los mejores de la zona, porque contamos con la mejor afición, porque ya ganamos el torneo anterior, porque México entero rezó a la Guadalupana, todas las razones son válidas para soñar la gloria olímpica, los triunfos mundiales. Y sucede que no ha habido aún silbatazo inicial, y nosotros ya nos vimos festejando alrededor del ángel, con nuestras mejillas tricolores, los sombreros de Pique, y la infinita y patriotera variedad de "¡Viva México...!" Y todo para qué, para venir luego a sufrir

Fraternidad: pasión, urgencia y esperanza

Lucas 12,49-54 Verano del año 2004. Boston, al noreste de los Estados Unidos. Inicio de la convención del Partido Demócrata. Es elegido como orador para el discurso de apertura un joven alto, delgado, de raza negra; candidato al Senado por el estado de Illinois, de labios sonrientes, mirada sonriente y orejas sonrientes; camina ligero, como quien se ha sacudido el fardo del dolor y el ressentimiento cargado durante siglos de oprobiosa segregación racial. Comenzó su discurso contando su historia, la de su abuelo, que era cuidador de ovejas en Kenia quien, queriendo para su hijo algo mejor, le consiguió una beca en Estados Unidos. Y ahí el hijo conoció a la mujer que sería su esposa, y ellos fueron quienes dieron al entonces candidato a senador un nombre africano -en realidad, proveniente del hebreo- Barak, que significa "bendición", convencidos de que una tierra de tolerancia, el nombre no es un obstáculo para alcanzar el éxito. La nación estadounidense escuchó esa noch

En el instante preciso

Lucas 12,32-48 Márquez quería su puente. Camarógrafo especializado en la cobertura de guerras para la televisión española, Márquez tenía todo tipo de imágenes de puentes destruidos, hacia poco o no tanto. Pero nunca había logrado estar ahí, en el preciso instante en el que el puente saliera volando por los aires. Porque para eso, en primer lugar, había que estar allí. La obsesión de Márquez con los puentes la narra en Territorio Comanche Arturo Pérez Reverte, quien se encarna entre la piel y los huesos de Barlés, periodista español que cubre la guerra étnica y religiosa de la antigua Yogoeslavia en los años noventa, y compañero de Márquez. A través de Barlés, Pérez Reverte expone de manera cruda y penetrante algunos recuerdos de sus más de veinte años como periodista de guerra. Sabe de lo que habla cuando dice que para que Márquez tuviera su puente había que estar allí y no bastaba con estarlo. Porque además había que estar filmando, y eso podía verse obstruido por varios factores,