Lucas 13,1-9 Dios es negra. La frase es de Andrés Torres Queiruga. Se la escuché en una conferencia llamada "Aproximaciones a Dios en cuatro metáforas". Oyéndolo vino a mente el recuerdo de Eufrosina, la Ma' linda de Memín, gorda de labios gruesos, de manos anchas, pobre, hacinada en una vecindad. Pensé también en Celie, la protagonista de El color púrpura, encarnada en el cine por Whoopi Goldberg. Nacida en el campo, Celie es violada por su propio padre, quien la embaraza y luego la vende a otro negro, quien también la usará, la humillará, la golpeará, y arraigará en ella la opresiva idea de que es pobre, negra, fea y mujer. Celie escribía cartas a Dios, y lo llamaba simplemente Dios, aunque lo imaginaba varón blanco y rico. Con el tiempo, y a través de diversas manifestaciones de amor, irá cambiando su imagen de Dios, lo descubrirá cada vez más cercano y más parecido a ella misma, una negra. Y a partir de entonces volverá a reír abiertamente. Apenas el lunes en la Fe