Marcos 5,21-43 Un día se encuentra Susanita en el parque, discutiendo con un niño por ver quién gana el columpio. Dice Susanita, aferrándose a una cadena del columpio: ¡"Tú llegaste primero, pero yo soy mujer!" Le responde el otro: "¡Mujer! ¿Y con eso, qué?" "¡Cómo que qué, degenerado!", le responde Susanita, "que estás descolumpiando a tus madres, esposas, novias, hermanas..." Alguna vez había que darle a Susanita la razón a Susanita. Y es que, ¿quién querría ser mujer en una sociedad que discrimina y mata a las mujeres?, ¿quién querría ser indígena en una sociedad que discrimina a los indígenas y se burla de ellos?, ¿quién puede vivir con honestidad su homosexualidad en una sociedad y en una Iglesia que los rechaza? La narración de Marcos es elocuente y dramática. Una mujer que lleva doce años enferma de flujo de sangre. Todos los fluidos que salen de los orificios humanos provocan impureza. Una mujer en los días en que está de malas es