Mato 5,38-48 La frase es muy conocida. Poner la otra mejilla. Forma parte del primer gran discurso de Jesús en el evangelio de san Mateo. La hemos escuchado muchas veces, y parece provenir de las más tempranas enseñanzas de Jesús. Pero en el evangelio de san Juan encontramos a Jesús siendo abofeteado por un guardia del sumo sacerdote la noche de su detención, y a modo de respuesta, Jesús no le ofreció la otra mejilla, sino le lanzó una pregunta que habla de su valentía y dignidad: "Si se hablado mal, dime en qué; pero si he hablado bien, ¿por qué me pegas?" (Juan 18,21-22). Queda claro, pues, que no es la dejadez, o lo que algunos llaman la "mensedumbre" la actitud cristiana que da consistencia a "la otra mejilla". ¿Qué significa, entonces? Poner la otra mejilla es la primera de cuatro enseñanzas de Jesús en torno a la violencia y la venganza. Y más que un freno a la venganza, se trata de un conjunto de actitudes para resistir activamente pero sin vio