Marcos 1,21-28 —¿Por qué está tan oscuro?— preguntó Bastian a la joven emperatriz de Fantasía. —Al principio, siempre está oscuro— le respondió. El diálogo ocurre en la película La historia sin fin , de un nostálgico año 1984; cuando finalmente Bastian acepta que él mismo forma parte de la trama del libro que está leyendo, cuando la Nada, la oscura y terrible nada, lo ha destruido todo, excepto un luminoso grano de arena del antiguo reino, tan diminutoo que cabe en la palma de la mano de la joven emperatriz, que agonizaba y necesitaba de un nuevo nombre para salvarse y salvar a su reino. Los principios siempre son oscuros. Lo primero que creó Dios, según el relato del Génesis, fue la luz; antes de ella todo era, como dice el mismo relato, “caos y confusión”, que aparecen así como sinónimos de oscuridad. Sin luz no vemos nada, ni lo que hay delante o detrás de nosotros, ni lo que tenemos ni mucho menos lo que somos nosotros mismos. El problema está en que, después de mucho tiempo