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Mostrando entradas de mayo, 2020

Como el fuego y como el mar

Pentecostés 2020  “Dicen los viejos que en otro tiempo no había fuego en el mundo, y todos los seres se reunieron para ver cómo podían conseguirlo.” Es el inicio de “El sapo y el fuego”, cuento de Felipe Garrido, de su antología  Conjuros.  Es como un bella y alternativa versión del mito de Prometeo, el titán que se compadeció de los seres humanos y robó a Zeus el fuego del Olimpo y lo entregó a los humanos. Pero el robo desató la ira de Zeus, y castigó a Prometeo encadenándolo en una montaña, para que un buitre comiera a picotazos su hígado durante la noche; el hígado se regeneraba en el día, y la tortura se repetía infinitamente, inmisericordiosamente, hasta que Hércules suplicó a Zeus, y éste levantó el castigo, pero convirtió en anillo el grillete que sujetaba a la roca a Prometeo, para que nunca olvidara la esclavitud a que lo había condenado la terrible ofensa de su robo.  El cuento de Garrido es mucho menos cruel. Y mucho más bonito. La paloma, el cuervo y el perro se o

El Nombre sobre todo nombre. La ascensión de Jesús

Mateo 28,16-20 Nacer es buscarme un nombre, hallarlo ya es morir. Son versos de  El libro de las preguntas , de Edmond Jabés, poeta de origen judío, nacido en El Cairo, en 1912, y fallecido en París en 1991. Se declaraba no creyente, pero su literatura no se entiende sin la presencia de Aquel que quiso caminar con su pueblo, y le pidió escuchar lo que tenía que decir y conservar sus palabras: “Escucha, Israel… guarda estas mis palabras, ponlas frente a ojos, en el umbral de tu casa, en las puertas.” En el pensamiento bíblico, el nombre que llevamos es reflejo de lo que somos. “Israel” fue Jacob después de que “luchó con Dios”; “Isaac”, su padre, fue “Aquél con el que Dios reirá”, pues Sara había reído primero de incredulidad cuando escuchó que sería madre, ¡y tenía ya más de 90 años!; y luego rio de alegría cuando su hijo nació, al año siguiente. Jesús significa “salvador”, “Yahvé salva”; y la Iglesia vive para anunciar y hacerse en esta historia, signo de la salvación d