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Mostrando entradas de junio, 2018

Juan Bautista: Otra manera de ser bueno

En alta estima tenían los primeros cristianos a san Juan, el Bautista, del cual guardaron memoria para celebrar tanto su nacimiento como su muerte por decapitación en la cárcel de Herodes. En algún momento de la vida de la Iglesia, en ciertos afanes de jerarquizarlo todo, se habló de él como del santo más importante sólo después de la Madre del Señor, pues Jesús mismo dijo que Juan era el más grande entre los nacidos de mujer, en un contexto en que quería defender al Bautista, no jerarquizar santos; simplemente acallar las murmuraciones contra alguien a quien el Señor tenía en mucho Como consecuencia de todo esto, ahora tenemos unas letanías de los santos en los que Juan el Bautista se ha interpuesto entre la Virgen y san José, separando lo que Dios había unido. En fin, que además yo tengo clara conciencia de ser seguidor de Jesús, el Señor; no del Bautista. Un día Mafalda cuestionó a su papá: “Pero por qué, papá, ¿por qué no me lo explicas?” “¡Porque no!”, afirmó tajante el papá.

Como el arbusto de mostaza

Marcos 4,26-34 Como buen niño de ciudad, mi primer y más cercana experiencia con semillas fueron los frijolitos sembrados en algodón dentro de un frasco de jugo Gerber, que como todos los niños de mi generación, sembré en primero de primaria. Y era una experiencia muy parecida y muy cercana a la parábola que Jesús contaba a la gente de su entorno y de su tiempo, conformada en un primer momento, ni duda cabe, por campesinos y pescadores de Galilea, para los cuales, las imágenes que empleaba el Maestro eran perfectamente cotidianas y comprensibles. Para ellos, la mención de la semilla de mostaza llevaba a su mente una imagen extraída de la realidad y, por supuesto, cuando hablaba del arbusto que surge de la semilla de mostaza, nadie podía engañarlos, sabían de qué arbusto se trataba.  Por eso, me llama fuertemente el comentario del narrador del evangelio, señalando que Jesús tuviera necesidad de explicar en privado a sus discípulos lo que a los demás enseñaba en parábolas. En pr

La peor de las peores

Marcos 3,20-35 La peor señora del mundo es un cuento para niños escrito por Francisco Hinojosa, en 1995, y reeditado en 2012 por el Fondo de Cultura Económica, con ilustraciones de El Fisgón. La historia trata sobre una mujer mala y fea que es la peor señora del mundo, agresiva hasta con sus hijos, a quienes da de desayunar comida para perros, les echa limón en los ojos cuando se portan mal y también cuando se portan bien, porque es la peor señora del mundo; también maltrata a sus vecinos, y aun a los animales, a las hormigas les echa caliente, hasta que todos deciden irse del pueblo. Entonces la peor señora del mundo se ensaña con la única paloma que queda, hasta que se aburre y decide enviar a la paloma con un recado pidiendo perdón para que todo el pueblo regrese. Y regresan. Pero como es la peor señora del mundo, una noche construye una muralla para que nadie pueda salir de la ciudad, y comienza nuevamente con sus agresiones. Sin duda que es la peor de las peores señoras del m