Mateo 16,21-27
La escena es la inmediata continuación del diálogo de Jesús con Pedro tras la pregunta por la identidad de Jesús, escena con la que ha concluido el tercer bloque narrativo del evangelio, que precisamente trata de la identidad de Jesús. Al reconocimiento del amor y de la bondad de Jesús, desplegada en el poder salvífico del Reino predicado y practicado por Él, sigue ahora un nuevo desarrollo en la narración: el anuncio de la futura muerte en cruz, pero también de la resurrección. Y la consecuente invitación y advertencia a seguir a Jesús cargando con la propia cruz.
Parece que la intención es la de evitar todo triunfalismo. Apenas en la escena anterior Jesús acepta ante Pedro que efectivamente Él es el Mesías, y le dice que esto se lo ha revelado el Padre, y que él, Pedro, es piedra sobre la que edificará la Iglesia. Ahora reprende a Pedro, cuando éste quiere hacerle desistir del camino de cruz, y hasta lo llama Satanás. Pero no lo rechaza, sino que le recuerda que fu