Lucas 24,35-48 Muchas veces me he preguntado qué sienten, qué piensan las personas que descuartizan a otros, los que cuelgan cabezas de los puentes, los que desaparecen cadáveres en fosas clandestinas. Sin duda, porque lo que llamamos crueldad es un nivel impresionante de deshumanización, al que no se llega por curiosidad ni por tranquila elección, eso es un hecho. La ira de los murciélagos , de Mikel Ruiz, cuya historia muestra las luchas de poder en San Juan Chamula, me puso frente a una de estas escenas con bien logrado efecto de repulsión y ganas de salir corriendo, como hacemos tantas veces, a negar la realidad, y a hacer que no pasa nada, que todo está bien. Y cuando lo realidad se nos cruza en el camino, lo primero que hacemos es juzgarla y etiquetarla, sin realmente atrevernos a plantarle la cara y preguntarle por qué; atrevernos a ver más allá para saber o al menos intuir qué hay detrás de todo ello. Qué hay detrás de alguien que se ha deshumanizado al punto de deshumaniz