Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de agosto, 2019

Por quién doblan las campanas

Lucas 13,22-30 Es feo eso del “espoiler”, que le llaman. Cuando te echan a perder la lectura o la película porque alguien te anticipa el final o información clave de la historia que, en su momento, te habría sorprendido. Homero Simpson espoileó a toda la fila que aguardaba para entrar a ver  La guerra de las galaxias , cuando salió del cine gritando: “¡Nunca me imaginé que Darth Vader fuera el papá de Luke Skywalker!” Desde la secundaria vengo arrastrando la intención de leer  Por quién doblan las campanas , de Ernest Hemingway. El título lanza una pregunta que me ha inquietado desde entonces. Y ahora que recibí el libro de regalo por mi cumpleaños, el Facebook de Canal 22, del que ya soy “fan destacado”, ¡lanza la portada de un libro de Charles Bukowski,  Por nadie doblan las campanas ! ¡Me sentí espoileado!  No es que yo quiera espoilear el evangelio, eso ya lo hicieron san Pablo y los mismos evangelistas, pero no hay necesidad de sentir la angustia de quien hizo a Jesús la

¿Y si dejamos el Ángel como quedó?

Lucas 12,49-53 Independientemente de lo que pueda pensar, que pienso mucho, sobre los bancos y el sistema bancario, me gustan en general las conferencias de Aprendamos juntos , patrocinadas por BBVA. En unas de las últimas, José Manual Zapata, tenor español, diserta sobre la música y la importancia de educarnos en la buena música. Comienza su charla haciéndonos escuchar los latidos de un feto llamado Iñaki, de 6 semanas, acelerados, 160 por minuto. Nos dice que la música tiene ritmos, y uno acelerado como el del corazón de Iñaki, se llama  allegro . Después escuchamos empalmados los latidos de Iñaki con el  Réquiem  de Mozart, la música para un funeral. Con ello, nos dice, que sólo quiere mostrar cómo es que la música, una misma música, la buena música, nos acompaña desde el nacimiento hasta la muerte. A esto de la música que acompasa nuestra vida, a la música que nos pone en la misma sintonía a unos con otros, a esta música que nos iguala a unos y otros, Jesús la llama “Fuego”, y

Como un "cualquiera"

Lucas 12,32-48 —Me siento mal; creo que amanecí mal—, nos dijo una mañana el P. Parrita en el desayuno, cuando era novicio, en el 2003. Parrita no era parte de la comunidad del noviciado, pero estuvo ahí un largo tiempo de convalecencia, mientras se recuperaba de una peligrosa operación a corazón abierto.  —¿Qué tiene?­—, le preguntamos. —No sé— respondió­— Yo creo que baja autoestima; me siento como cualquiera de ustedes. Miguelito Piti, el amigo de Mafalda, como Parrita, tampoco suele padecer baja autoestima. Un día, la maestra pasaba lista, mencionando a cada alumno por su apellido.  —Jáuregui —¡Presente!—, respondió uno levantando la mano. —Licastro —¡Presente! —Nardone —¡Presente! —Piti —¡Clap, clap, clap!— Miguelito aplaudió sonora y entusiastamente por toda respuesta. Dios no tiene complejos ni baja autoestima. No le molestó hacerse como cualquiera. A nosotros no nos gusta ser cualquier cualquiera. Hemos sido educados para ser alguien, para no se