Lucas 16,1-13 Dice el Papa Francisco que el mensaje del Evangelio es un mensaje de salvación y, en consecuencia, el mensaje de la Iglesia también debe ser siempre un mensaje de salvación. El texto de san Lucas es a todas luces salvador. A primera vista parece un texto centrado sólo en el dinero, en la necesidad de que el dinero sea administrado siempre, fielmente, no sólo con honestidad, sino también con eficiencia, tal como se deduce de la habilidad del administrados o mayordomo de la parábola que nos cuenta Jesús. Pero si nos quedamos aquí, a lo mejor tenemos que darle la razón a Susanita. Viendo a dos niños que pedían limosna, Mafalda fue al botiquín de su casa, tomó un curita, y se preguntó: "Bueno, ¿y cómo hace uno para pegarse esto en el alma?". Más tarde se encontró con Susanita, y ésta le dijo: "A mí también me lastima ver gente pobre, ¡créeme! Por eso, cuando seamos señoras, nos asociaremos a una fundación de ayuda al desvalido, ¡y organizaremos banquetes en