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Mostrando entradas de enero, 2016

El Profeta de Nazaret, y el profeta de la Iglesia

Jeremías 1,4-5;17-19; 1 Cor 12,31-13,13; Lucas 4,14-30 Aunque la verdad de esto en realidad es un secreto, se cuenta que en abril de 2004, en el Cónclave que eligió al sucesor de Juan Pablo II, los cardenales se aglutinaron en torno a dos candidatos, sendos representantes de los ideales de Iglesia conservadora e Iglesia progresista, los cardenales Joseph Ratzinger y Carlo María Martini, respectivamente; el primero, Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe; y el segundo, jesuita, biblista y Arzobispo de Milán. Pero Martini estaba enfermo de Parkinson, lo mismo que Juan Pablo II, y sus simpatías se habrían desplazado hacia su correligionario, el también jesuita cardenal Arzobispo de Buenos Aires, Jorge Mario Bergoglio, quien en alguna de las rondas de votación habría decidido retirar su nombre de la contienda; no parecía entonces que fuera a ganar. Alguno de los cardenales le preguntó que pasaba. Respondió el Cardenal Bergoglio: "No sé. Sentí miedo." Cuenta

¡Llenos de vino!

Juan 2,1-12 Lo mismo que en las novelas de detectives, pareciera que el narrador del cuarto evangelio nos diera pistas ciertas y pistas para irnos con la finta. Creo que nos vamos con la finta cuando pensamos que el primer signo es la conversión del agua en vino; y creo que el signo completo es ver a Jesús convertirse en un invitado de la historia a ser el Señor Resucitado, el novio y el esposo de la Iglesia. El final de la escena habla de que Jesús manifestó su gloria, pero "gloria" en el cuarto evangelio es una palabra referida al misterio de la muerte y resurrección de Jesús. Y a lo mismo se refieren las siguientes indicaciones de "la hora" y "el tercer día". Necesitamos saber, como sabía la gente de la época, que los matrimonios de aquel tiempo entre los judíos tenían dos partes: los desposorios y las nupcias o bodas. Generalmente, los papás de los jóvenes eran quienes escogían con quién se casarían sus hijos, aunque algunas veces les pregunta

Bautizados en Jesús, hijos de Dios

Lucas 3,15-22 Un día se paró Miguelito en un estrado, teniendo como audiencia a sus amigos: Libertad, Mafalda, Felipe, Susanita y Manolito. Los arengó: "¡Los cuentos para chicos no están escritos por chicos, sino por gente grande!" "¡¡Es una vergüenza!!", contestaron en coro. Continuó Miguelito: "Tampoco los juguetes ni las golosinas, ni la ropa, ni nada de lo que es para nosotros está hecho por nosotros, sino por gente grande!" "¡Comercian con nosotros!", respondieron. "¿Por qué tenemos que seguir aguantando esto?" "¡Eso! ¿Por qué?" "Sencillamente porque tampoco nosotros estamos hechos por nosotros, sino por gente grande..." Y tristes los amigos se fueron. Derrotado, Miguelito pensó para sí: "Demasiado sincero para ser líder." El mensaje de este domingo, en que recordamos y celebramos el bautismo de Jesús, es esto mismo: en nuestra pequeñez, descubrimos que no estamos hechos por nosotros mismos, sin

La oreja de Van Gogh y los sabios de Oriente: la manifestación de Dios

Mateo 2,1-12 Además de la famosa oreja que se arrancó el pintor holandés de mediados del siglo XIX, Vincent Van Gogh, no se sabe bien a bien por qué, si para enviársela a una prostituta que había sido su amante y de la que estaba enamorado; o como regalo de bodas a su hermano, del que dependía económicamente; o si se la cortó en un lance su íntimo amigo, el también pintor Paul Gauguin, y entre ambos acordaron decir que él mismo se la arrancó para evitarse problemas con la policía -de todo esto lo único cierto es que cuando perdió la oreja Van Gogh ya estaba perdiendo la razón, y así seguiría hasta su muerte a los 37 años, de la que tampoco sabemos si fue un suicidio o un asesinato-; además de esta oreja, la otra famosa Oreja de Van Gogh es una agrupación española de pop, surgida en San Sebastián en 1996. Entre sus canciones, La Oreja de Van Gogh tiene una en la que rinde homenaje a las víctimas del atentado del 11 de marzo de 2004 en Madrid, diez explosiones en el met

Año nuevo y Esta historia

"Ultimo se llamaba porque había sido el primer hijo. "-Y Ultimo -había precisado de inmediato su madre, en cuanto recuperó el conocimiento tras el parto." El relato lo escribió Alessandro Baricco. El libro se llama Esta historia. Cuenta la historia de Ultimo Parri, hijo de un campesino visionario y soñador que cambió el establo por un garaje, un taller mecánico, porque había leído que se habían inventado los automóviles. Un día llegó a su garaje el  Conde D'Ambrosio y contrató al padre como su copiloto para las carreras de autos. Tuvieron un accidente, murió el conde y el padre quedó paralítico. Vino la Primera Guerra Mundial y Ultimo fue enlistado; sus experiencias en la guerra las cuenta un profesor de matemáticas, padre de uno de sus compañeros. Después emigró a Estados Unidos, ahí conoció a Elizaveta, princesa rusa cuya familia huyó al exilio tras la revolución comunista de 1917. Trabajaron juntos para una compañía fabricante de pianos, ella daba las clases